Los pulmones se encuentran dentro de la cavidad torácica, a ambos lados del corazón.
La cavidad torácica está limitada anteriormente por el esternón, lateralmente por las costillas y posteriormente por la columna vertebral.
En estado de reposo el volumen de aire que entra en el pulmón durante una inspiración se llama volumen corriente y es de 500 cm³ (medio litro), y la frecuencia respiratoria es de 12 ciclos por minuto.
Alrededor de 11.000 litros de aire por día entran en los pulmones, de los cuales menos del 5% entra al torrente sanguíneo.
Además del corazón, los pulmones son los únicos órganos a través de los cuales pasa toda la sangre.
Los mismos están conectados con las estructuras que lo rodean a través de una membrana fibrosa que los envuelve, parecido a una tela (la pleura).
Todos tenemos adherencias pleurales menores (perdida de movilidad en la misma, zonas donde “la tela esta arrugada”).
Las causas de estas adherencias y/o fijaciones pueden ser:
QUIRURGICAS:
Después de una cirugía torácica se producen adherencias, causadas por el propio proceso de cicatrización.
Estas fuerzas generadas por la cicatriz se transmiten por todo el sistema corporal a través del tejido conectivo.
INFECCIONES:
El pulmón es un sitio frecuente en el cual los microorganismos “atacan” al cuerpo humano (estos procesos infecciosos generan adherencias).
Cada infección deja una cicatriz en el tejido (parénquima) que altera la movilidad pléuro-pulmonar en general.
¿COMO PODEMOS MEJORAR LA MOVILIDAD DEL TORAX?
Es beneficioso practicar técnicas de relajación y/o de estiramiento: movimientos en los que se produce una inclinación lateral del cuerpo, movimientos de flexión, extensión, y rotación del tórax, brazos, etc. (Yoga, Pilates, Elongación, ejercicio físico en general).
Si a estas técnicas que mejoran la flexibilidad y el movimiento, se le suman ejercicios de respiración, se produce la combinación ideal para que el tórax este lo más libre posible.
“Un Ser Humano demasiado ocupado para cuidar su salud es como un mecánico demasiado ocupado para cuidar sus herramientas". Proverbio español